lunes, 26 de noviembre de 2018

ARISTÓBULO

29 de febrero. Ya había llegado este día para recordarle que sólo cada cuatro años eran legítimas las escasas felicitaciones que recibía por su cumpleaños, y que toda la tragedia de su existencia era la consecuencia lógica de haber nacido en año bisiesto.

Viniste al mundo cagado de mirla, le decía Aurora, su abuela materna. ¡Mira si eres de malas, agregaba sin piedad la anciana, tener que llamarte Aristóbulo! Tu mamá estaba loca cuando te escogió ese nombre, más feo que un remordimiento. Dizque tenía que serle fiel a la familia de su marido, en la cual todos los primogénitos cargaban con ese lastre.

¡Qué verdades tan amargas! No quedaba la menor duda: él era la octava víctima de ese capricho. Aristóbulo Paniagua VIII. Si por menos la cigüeña lo hubiera descargado en la cuna de oro de algún palacio español; pero no, tuvo que ser en Hoyo Hondo, el asqueroso pleonasmo que figuraba en su cédula como patria chica.

Hoy, a los sesenta años, el pobre Ari, como le decía su esposa, creyó que era posible morirse de tristeza. Estaba aterrado. ¿Cómo habían pasado doce lustros tan rápido, si todo el mundo decía que el hastío era el mayor freno del tiempo? Y su vida, desde que tenía memoria, había sido una colección de decepciones, de fracasos y de infinita soledad. A los veinte, cuando murió su padre, tuvo que encargarse de la funeraria, aquel negocio familiar que le impidió tener amigos, porque nadie quería relacionarse con un mercachifle de la muerte. Todo en él estaba signado por el horror: su nombre, su apellido, su oficio, y, para rematar, los dos metros de estatura que le daban un ridículo aire de espantapájaros.

Estaba seguro de que Raquel había aceptado su propuesta de matrimonio porque ya estaba entrada en años y tampoco era una belleza. ¿Qué vio en esta mujer para desear hacerla su esposa? Se conocieron de niños, por la vecindad de sus casas, pero ni siquiera compartieron un juego infantil. Además, la recordaba como una muchacha desgarbada, siempre con expresión de aburrimiento, e incapaz de sostener una conversación coherente. Podría jurar que nunca había escuchado su risa. No hallaba una respuesta racional. Ni riesgos de creer que ella le había dado algún brebaje, una pócima, cualquier cosa que hubiera trastornado su voluntad. Para hacer algo así se requería imaginación, y la pobre Raca, como la llamaba interiormente, era un monumento al pragmatismo. No le quedaba la menor duda de que, desde que nació, un duende maligno se había empeñado en desgraciarle la existencia.

¡Qué ingrata fue su luna de miel! A Raca, la miserable Raca, le pareció un despilfarro salir de la ciudad. Entonces, la casa que ocuparían como pareja fue el escenario de unos encuentros que, de no haber mediado la desnudez, nunca se podrían llamar sexuales. Roces agitados, sin ternura y, obviamente, sin un vestigio de placer, fueron la dolorosa premonición de que en su vida marital reinaría la rutina. Raquel le dijo que cumpliría el deber impuesto por el santo estado, pero que ni soñara con juegos eróticos o alguna de esas cochinadas que les gustan tanto a los hombres. No, señor, desde el primer momento ella dejó muy clara su posición de puritana frígida, y de paso tomó con fuerza las riendas y la chequera del hogar.

Ari recibía una escasa ración que apenas le alcanzaba para los pasajes del bus y para tomarse, muy de vez en cuando, un cafecito. Este cumpleaños lo agobió de tal manera, que decidió gastarse todo el dinero que debía cubrir los gastos de la semana. Sí, pensó, voy a buscar a Pierre.

Enfiló sus pasos hacia “La Nueva Aquitania”, el bar regentado por aquel amable francés que había perdido su acento en innumerables viajes por el mundo, y quien contaba unas maravillosas historias sobre mares espumosos y mujeres ardientes. No importaba que fueran repetidas, ni que entre una y otra versión cambiara los escenarios y los personajes. Pierre siempre lograba captar todo su interés. Le encantaban los relatos épicos, tan apasionados, tan llenos de valentía, donde el protagonista siempre salva a la princesa después de matar un dragón. También disfrutaba enormemente con la descripción de la vida en las Islas Fidji, en el Pacífico Sur. Más de una vez se había sumergido tanto en esos cuentos, que él mismo se sintió hermoso, pendenciero y amado por una doncella de caderas opulentas y tierna sonrisa.

Nunca le había hecho confidencias al simpático extranjero, pero estaba seguro de que, así, sin palabras, ese hombre tan cordial, tan risueño, conocía su desgracia. Al ingresar al bar sintió una grata sensación de alivio. Se sentó en el rincón de costumbre, muy cercano al mostrador. Lejos quedaron la funeraria, Raquel y su desventurada vida; sólo había espacio para la cadenciosa voz de Pierre y para el mágico sabor de un capuchino. Pero hoy no estaba Pierre. Llegó un desconocido a tomar su orden y a informarle que el dueño había sufrido un terrible accidente que lo dejó afásico. Aristóbulo creyó que la angustia lo iba a derribar y tuvo que sujetar con fuerza la mesa para no caerse. Le fue muy difícil controlar la desazón que le produjo esta noticia. Como salida de una densa bruma volvió a oír la voz de su abuela: “cagado de mirla, cagado de mirla”. Pero decidió que una decepción más no iba a derrotarlo. Estaba curtido; conocía todos los grados del dolor y, precisamente su vasta experiencia en sufrimiento le permitió sortear, con relativo éxito, este nuevo desengaño. Logró hacerle un nudo al corazón y pidió la bebida de siempre. Le trajeron el capuchino y un periódico de la fecha, cuyos trágicos titulares parecían inspirados en el Apocalipsis. No quedaba la menor duda: éste sería otro 29 de febrero de ingrata recordación.

Mercedes Guiomar Arango González
"Amigos Creativos" Biblioteca Pública de la Floresta, Medellín.

PASTRANA

A Pastrana lo mataron en la escuela de la vereda, de cuatro tiros en la cabeza y con la hostia aún en su lengua. El día anterior doña Lola, su anciana madre, recibió con orgullo las dos gallinas que le llevó a media noche. No preguntó de donde las traía porque ya sabía lo que todos murmuraban en la vereda. Pastrana, “el ladrón de gallinas”. Aun así le agradeció con un “gracias mijo”. Y feliz se acostó pensando en el sancocho del día siguiente.

Pastrana salió esa tarde con la barriga llena y la camisa nueva de don Pancracio, el dueño de las gallinas, que Ya iban en su estómago juvenil y plano como el de cualquier deportista. Y es que Pastrana se Lucía en la carrera a campo traviesa y le ganaba a cualquiera saltando cercas eléctricas y alambradas espinosas con dos y hasta tres gallinas en sus brazos. Pero fue de su padre borracho y pendenciero de quien heredó el oficio de saltar cercas huyendo del dueño de la fonda donde se emborrachaba y con la cabeza del marrano que ese día hubiera degollado en su oficio de matarife de la vereda, colgando de sus sangrientos dedos. Fue así como logró criar a cinco hijos hasta que murió de un aneurisma en su cabeza. 

Pastrana acogió tal herencia con la alegría e inocencia de los 15 años. Pero esa tarde de sol resplandeciente sus cabellos de oro y sus ojos de cielo no presentían lo que se fraguaba en la escuela. Montando un caballito invisible Pastrana canturreaba y corría hacia la misa campal, momento de fiesta para la vereda. Llegó tarde, Ya estaban repartiendo la comunión. Pastrana hizo la fila y conmovido agachó la cabeza. No se dio cuenta cuando amigos y vecinos en estampida cobarde cedieron el paso a los asesinos camuflados de civiles. Abrió la boca y el sacerdote temblando depósito la hostia en la boca infantil de Pastranita. Alcanzó a sentir la sangre derramarse por sus mejillas sonrosadas, entonces corrió y se refugió en el salón de su niñez reciente, pero allí fue perseguido y una tras otra cuatro balas acabaron con la vida del joven Pastrana.

Luz Amparo Grajales Cortes
"Amigos Creativos", Biblioteca Pública La Floresta, Medellín.

domingo, 18 de noviembre de 2018

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ


En el escrito anterior expresé la existencia conceptual referente a la destrucción de lo que era la Plaza de Ferias de Yolombó y, la inminente necesidad de derribar el vetusto edificio donde funcionaba la imponente Plaza de Mercado cubierto municipal, no deja de ser una amenaza con consecuencias previsibles de funestas.

" Bella y capaz obra que habla de la pujanza de nuestro altivo pueblo y de sus eminentes representantes. "; así la describían los hombres artífices de su edificación quienes la enarbolaban como uno más de los aciertos, aquellos ciudadanos entregados al desarrollo de un pueblo de un reconocimiento enorme en el ámbito nacional ; personalmente me ligan sentimientos llenos de nostalgia con quienes participaron en la ejecución de tan aventajada obra, la cual fue construida antes de la mitad del siglo pasado. 

Por mucho tiempo mantuve en la retina , mirada desde el " Liceo Regional Aurelio Mejía ", que se trataba de una edificación en forma de media luna, conformada por tres niveles; en el sótano funcionaba la pesebrera, con Pedro Nel Cardeño como administrador y quien a su vez herraba caballos y procesaba los cuidos para alimentar los equinos; el ingreso a la pesebrera se hacía por un callejón empedrado que está contiguo a la plaza de mercado y con dirección a la ronda; existían amarraderos de bestias en este espacio que era logrado por los campesinos, en especial domingos y festivos, lo que no les generaba ningún costo y les daba tranquilidad ya que ese lugar no era apto para los dueños de lo ajeno; por fuera de este callejón pero cercanos al empedrado para bajar a la cárcel municipal, se encontraban unos espacios cerrados o baños públicos para usar sin costo alguno y de gran utilidad para los hombres del agro. 

En el segundo nivel, con acceso ya por el callejón de la pesebrera y por unos escaños o bien por el frente principal y por una rampla, veíamos , en primer lugar, una galería con ventas mixtas, no sólo existían carnicerías, además, se encontraban las ventas de comestibles donde los campesinos , en especial los días de mercado, después de participar en las ceremonias religiosas y hacer las ventas de sus productos campestres y mercar, iban a satisfacer sus apetitos degustando los platos con mondongo, el sancocho de pezuña, la oreja sudada, la morcilla con chocolate y arepa y, un menú con variadas combinaciones ; saliendo de la galería del sótano y subiendo un poco la rampla, estaba un espacio cerrado y amplio donde se ofrecían los granos, allí se ofrecían los frijoles de todas las calidades al igual que el maíz , productos estos que no faltaban en los hogares de mi pueblo ya que somos amantes a las comidas y con fríjoles y al acompañamiento de arepas en todas nuestra comidas; allí mismo se daba el menudeo de la panela, la que existe de diferente calidades . Este espacio era igualmente utilizado para los apostadores hacer las riñas de gallos, para lo cual no tenían días específicos para las confrontaciones, lo hacían tanto con los demás colegas del municipio al igual con los galleros de los pueblos vecinos. ¡ Se abren las apuestas ¡, Alvarito anota en un papel el monto y nombre de los apostadores a su gallo traído de Barbosa, igual cosa hacía Jesús Arango con los apostadores del gallo criado y preparado por Abrahán Soto , Guillermo Ospina, con su malicia y sangre de jugador encabeza la lista de apoyo al ejemplar yolombino; el bullicio se hace sentir; se escucha gritos por el colorado, el blanco, el tuerto, gabela va gabela viene en favor o en contra de el gallo preferido. Cada loco con su tema.

Saliendo de este nivel y subiendo la rampla, los domingos el campesino se hace a lado y lado de la rampla para ofrecer sus productos; a unos lo vemos con surtido de tomates , cebollas, ají, pepinos para rellenar, cilantro...otros exponen a sus compradores el plátano, la arracacha, la yuca, el guineo...el especializado en la venta de frutas muestran las naranjas frescas, zapotes , tomates de árbol, guanábanas, guamas, cañafístula, mamoncillos, mangos.. : Veo a Zoila, la mamá de José Agudelo o " José Grosero " ocupando un amplio espacio, ella se surtía de productos conseguidos en Medellín.

Entrando a las galería de este nivel, después de pasar una puerta cuyas llaves las manejaba Germán Giraldo en un llavero bastante copioso ya que allí estaban las demás que controlaban el ingreso a los diferentes espacios de la Plaza Cubierta de Mercado de Yolombó, encontramos las carnicerías que ofrecían las carnes de res, atendidas por Mario y José María Múnera; los hermanos Mesa; los hermanos Marín: Darío Álvarez; los Cataño...más adentro y en un redondel funcionaban el expendio de carne de cerdo atendida por Carlos Berrío; la familia Marín del Bosque; Cuscús; los Hermanos Alfonso y Eusebio Gómez; Los hermanos Manuel y Humberto Barrera, padres éstos de las muy exitosas hermanas Barreras Cataño en la farándula, siento orgullo de su canto y saber que son mis paisanas. 

Saliéndonos de esta fase pero en el mismo nivel, encontramos las galerías denominadas las "cómodas", los tenderos de éstas le marcaban diferencia a los de la rampla y a los demás que ofrecían productos similares los días domingo, ya que atendían en locales independientes los que ellos abrían y cerraban, funcionaban todos los días; cómo no recordar a Azarías Garzón y su esposa Eva, era el mayorista entre estos minoristas, sabía atraer la clientela joven dándoles encimas o " ñapas" por la compra, los despachaba con una porción de coco que previamente preparaba para el cumplimiento de la misión. Toñito Ríos, fuera de hacer de allí sus despachos, atendía las comisiones o gestiones para ejecutar en Medellín; la omisión en citar los inquilinos de estos locales es grande, recuerdo además a Jesús Vallejo y José María Zuluaga " gallo " atendiendo sus cómodas. 

Por la calle de La Ronda se encuentra el ascenso al nivel más alto de La Plaza Cubierta de Mercado, por medio de unas escalas se ingresaba al Centro de Salud de Yolombó, precisamente allí eran llevados los niños de las escuelas y los demás para ser vacunados; los gritos de dolor no se dejaban esperar, convirtiendo el entorno en terror y miedo inmensurable en espera del turno, algunos huían de lugar pero eran regresados de la escuela por tratarse de requisito de salud exigido por las autoridades nacionales y regionales, todo ello en busca de proteger una comunidad demasiado vulnerable a las pestes del momento : Sarampión , viruela, tuberculosis, polio, tosferina, viruela ...veo a la enfermera encargada de las vacunas, se trataba de una cuñada de Carlos Aguilar Carrasquilla, hermana de Soledad Rendón, Filomena Rendón, no muy dulce y menos suave que le sirviera a uno para amortiguar ese temor.

Aquellos hombres hacedores de Yolombó y sus grandes obras sabían muy bien a qué personas acudir , por ello la presencia de arquitectos y personas con conocimientos en la construcción; no existía la improvisación y menos la imposición del mandatario de turno. En un escrito de la persona que más crecimiento y reconocimiento a nivel regional y nacional le dio a Yolombó, Luis Eduardo Vanegas Franco,_ Desearía escribir su nombre todo en mayúsculas, pero mi pueblo lo debería hacer en oro _ se lee " ...En los últimos años se vienen construyendo obras no menos importantes : el asfalto de las calles y la plaza de mercado cubierto ; esta última viene a llenar una de las más apremiantes necesidades y crear una respetable renta para el Municipio...en el segundo piso se viene construyendo un edificio para hotel que también es urgencia inaplazable. Nuestros campesinos venderán sus artículos a cubierto del sol y de las lluvias y nuestras mujeres mercarán a la sombra. ".

Con lo anterior quiero significar que la proyección del hotel estaba cuando se pensó en la construcción de la plaza de mercado cubierta, es decir, existía la planeación que es contraria y riñe con la improvisación. El" Hotel de Turismo la Marquesa " fue construido y comenzó a funcionar a finales de la década de los cincuenta, del siglo pasado", era el orgullo de los yolombinos por tener donde atender al visitante a nuestro municipio en forma digna, su administrador Benjamín Gómez Vallejo, hombre sociable, excelentes modales, relacionista público y visionario, con su refinamiento le agregó valor al hotel, allí eran los bailes de importancia para la región, con los ritmos del siempre ameno Conjunto Arroyave : Fernando Ceballos, Luis Arias, Gabriel Arroyave, Antonio Ceballos, Raúl Ceballos y Juan Arroyave; se recibía a los altos dignatarios de ámbito departamental y nacional, se compartía las charlas con las personas que nos visitaban, como diría alguien " concurría lo mejorcito de la sociedad "; el ambiente demasiado cómodo , habitaciones muy presentables y competitivas; servicio de mesa agradable; luego vino la administración de Jorge Londoño, hermano éste de la esposa de Oscar Peña Alzate; seguido de Alfonso Ochoa Ochoa, Jesús Rivera " El piernipeludo ", Robertina Osorio , etcétera .

A la plaza de mercado la iban deteriorando con modificaciones que atentaban con su arquitectura, cerraban unos espacios y abrían otros; eliminaron los baños sanitarios públicos, convirtieron algunas galerías en depósitos , eliminaron la rampla que unía dos niveles y le echaron plancha , diría yo cemento, para hacer unos locales ordinarios y feos , el aseo era insipiente; el deterioro de la edificación resalta; lo que se conocía como " Hotel de Turismo " dejó de serlo, dañaron sus baños y taparon los elegantes balcones por donde se asomaban sus ocupantes con adobes y más cemento; el hotel dejó de ser lo que era, ya no lo recomendamos con el orgullo de antes, existen mejores opciones hoteleras en el municipio. Ese deterioro del edificio es lamentable y el cuento de tanta belleza se me acabó, se me vino barranca abajo, más aún con los conceptos del Departamento de Prevención y Desastres del Departamento, con el sólo hecho de hacer saber que amenaza ruinas es suficiente ilustración para saber que no podemos estar al frente de una construcción que puede causar pérdidas humanas y daños materiales. Con nostalgia, repito, le doy el adiós a una edificación que hizo historia en mi pueblo que nos brindó tanta comodidad y disfrute. Apoyemos a unísono el proyecto del Señor Alcalde Amador Pérez quien en forma acertada consiguió recursos para demoler el vetusto edificio y en el espacio construir un centro comercial dotado de modernos espacios para el comercio, parqueaderos, zonas de comidas, ventas de los artículos de la canasta familiar; espacios de recreación , inclusive un nuevo hotel, sería para los yolomberos de corazón un orgullo la modernización y transformación que se le quiere dar a mi pueblo. Yolombó lo necesita y sus hijos así lo exigen. No podemos ser cicateros en felicitar al burgomaestre yolombino por conseguir los recursos necesarios para sacar avante el proyecto. Propongo mayor sentimiento de compromiso con Yolombó y su gente y no le pongamos talanqueras políticas; hago público, mi militancia política es diferente a la del Doctor Amador Pérez, alcalde de mi pueblo.

Jairo A. Gallego Berrío
jairoalfonsogallego@hotmail.com

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ



Cómo no hacer un reconocimiento a esos ilustres estudiosos de la historia de Yolombó, que sacrificaron sus tiempos para conocer sobre la existencia del territorio, hechos y costumbres, estoy seguro que son muchos los que le dedicaron horas y horas a investigar el pasado de nuestro municipio, pero citaré algunos y conforme a mi conocimiento, hicieron más visibles los esfuerzos para trasmitirnos ese cúmulo del saber. En forma indefectible veo a los doctores Alfonso Barreneche Estrada, Julio César Arroyave Calle, Germán Isaza González, al historiador Javier Osorio Molina y al inquieto de Jorge Gallego Gallego, a quien conocí hace poco tiempo y me descrestó con la propiedad y familiaridad que habla de Yolombó a pesar de no ser yolombino de nacimiento. A ellos mil gracias y a quienes no cité mil disculpas. 

Las lecturas de la historia de mi pueblo siempre me agradan, muchas me causan nostalgia, otras me activan el recuerdo, algunas son graciosas y las hay también que reviven el dolor y no faltan las del horror; haciendo honor al título de la columna me lanzo al ruedo para contarles que fue " Lo que el viento se llevó"; cómo era esa parte de Yolombó que llevamos en el corazón y, para ello narraré cómo era mi casa en mi pueblo, advierto que no quiero ser fastidioso o sobrado al hablar de la vivienda de mis padres ya que muchas de las casas de mi pueblo tenían características similares y, para qué hablar de la casa del vecino siendo que en la de mis padres me atendieron mejor y no seré calificado como entrometido. Al entrar encontraba la puerta que daba a la calle siempre abierta sus dos alas; hacia adelante y luego de un pasillo estaba el portón igualmente de dos alas y que daba la oportunidad de mirar hacia adentro de la casa, el portón siempre cerrado por dentro con aldaba; al entrar a mano derecha un aguamanil, ahí se podían lavar las manos y secarlas, aun lado de éste estaba un perchero donde mi papá colgaba el sombrero del momento; se observaba de inmediato el patio enmarcado por corredores amplios; se observaban varias puertas de dos alas para ingreso a las habitaciones , incluyendo allí las de la sala de recibo y el comedor el cual era cubierto por vitrales de unos colores señoriales; a un lado del corredor veíamos un pasillo que nos comunicaba con la parte de atrás de la casa y, desembocaba en un corredor sostenido por unas columnas y madera que lo mantenían en sus alturas , el corredor presentaba la seguridad de no caernos al vacío por una fila de chambranas, por donde a veces le dábamos alivio a la vejiga lanzando nuestros chorros más allá del zapote o del naranjo, el avanzar del chorro fue las primeras pruebas prostáticas que comenzamos a superar, en razón de vivir el la casa que construyeron y vivieron la familia de Antonio Aguilar Jaramillo y Anita Carrasquilla, familiar ésta de Tomás Carrasquilla quien se hospedaba en sus pasos por Yolombó en la casa , me daba por pensar que el aguacate , que por su distancia era de mayor esfuerzo alcanzarlo a mojar, era el mismo árbol al que Peralta, de la obra " A la Diestra de Dios Padre " , retuvo a la " pelona" por largo tiempo para que no se diese más muertos y dependía de la voluntad de Peralta su liberación, según concesión dada por Dios; el corredor servía de comunicación con la pieza del servicio - que tristeza se decía cuarto de la sirvienta - igualmente era el corredor que daba acceso a la cocina donde se veía el garabato donde colgaba la carne de la semana, igualmente una piedra grande en forma de batea donde la asistente de oficios varios procesaba la masa de las arepas, arreglo de aliños y otros menesteres propios de lugar, además de la maquina de moler incrustada en un borde del poyo del fogón estaba un barril o caneca donde se recogía el agua, ya que ésta, en todo el municipio se prestaba el servicio por horas; mesa de trastos y un mesón para utensilios de cocina y guardar alimentos. El corredor comunicaba la cocina , la pieza de planchar y los servicios.

A mitad del corredor de atrás estaba la puerta de acceso al cuarto donde se guardaba los elementos o botiquín para los animales, había que curarle la " pipa" a la gallina, tumor que les daba en la lengua; el " polvillo" trauma en el casco de los caballos, etc.; lo más elemental y a la vez diciente de este lugar era el de tener ordenado los aperos, sillas de montar en bestia conocidos también como avíos y todo lo pertinente a los caballos que alquilábamos y eran parte de la economía familiar; espacio comunicado con una puerta que daba acceso a unas escalas fijas para llegar al subterráneo, allí encontraba las gallinas sus nidos y era el lugar de su alimentación; además el lavadero para aseo de la ropa y el pilón para quebrar el maíz ; aun lado el ordeñadero donde ingresaban las vacas arriadas por el " paje"- me suena duro pero así se le llamaba al asistente de vueltas y vueltas-no se me puede olvidar las ricas postreras, leche producto de la bajada, y que eran guardadas en la alacena para almuerzo o comida. Un poco más alejada estaba la pesebrera para los caballos, dotada con todos sus fierros : máquina pica caña, canoa para el cuido, bongo para la bebida y, cuando se requería bañarlos debíamos ir a la quebradas " Pavas " o " la olleta", programa al cual participaron la mayoría de la muchachada de mi época prestos a disfrutar de la montada a caballo, la disposición a ir hasta la quebrada no sólo era de los muchachos de la Calle Colombia ya que internos del colegio así lo rogaban y, con nostalgia en nuestros encuentros me lo recuerdan.

En mi Yolombó la mayoría de las casas son similares a la que me vio nacer , sus fachadas reflejan alegría y comodidad, todas tienen aleros, ventanas y éstas postigos que dan fe del asomo de las coquetas mujeres fisgoneando a los muchachos que sufren por no estar a sus lados y ellas gozando el dolor de los pretendientes; esa estrategia es de ellas y siempre ganan. Todas las casas del pueblo tienen solar y en él se ven cultivos diversos, no les falta el naranjo, el zapote, el plátano, el guayabo, el limón y algunas matas de caña de azúcar que a veces son recogidas por los trabajadores de la máquina o trapiche para convertirlas en panela y uno que otro blanquiao; recordemos que las tierras de Yolombó tienen vocación y cultivos extensos de cañadulzales y, por ello gran reconocimiento por la cantidad de panela que produce. 

Les puedo asegurar que de leer este artículo mi hija me dirá que estoy haciendo el " oso ", qué cuál zaguán, igualmente" lo diría al leer " postigo", " sirvienta", "paje"," subterráneo, ,"pilón ", "aguamanil "," alero" y un cúmulo de palabras perdidas por desuso; por el contrario, resulta que nos convertimos en políglotas, es así como nos lanzan frases en latín cuando nos responden " amén " o el dona y domine ; en inglés con el OK el yes o el open; el italiano con el bambino y, eso sin acudir a la jerga de gonorrea , marica, chimba y tampoco dejar en el olvido " qué voy a saber güevón" de Rigoberto Uran.

Ah, la huerta de la casa de mis padres era más generosa en su extensión, así lo exigía las circunstancias, pues el cañaduzal debía ser más grande ya que le proporcionaba suficiente alimentación para los caballos y a su vez la siembra de cuido de corte como el gramalote y la india; en el mantenimiento, desyerbe y rosada tanto de la huerta como del potrero estaban a cargo de los "peones", así se les conocía a los trabajadores procesadores del agro, para lo cual recuerdo con gran cariño a Gregorio y Elías Mazo, padre e hijo, hombres buenos cariñosos, leales ,comprometidos y recibieron de nuestra parte el estímulo que reflejaba reciprocidad en el trato. Ambos me regalaban " conejo " subproducto en la elaboración de la panela, ya que igualmente trabajaban los fines de semana en " La Vega" , molienda de Nicomedes Osorio. 

Casas similares con potrero anexo, como la nuestra, recuerdo en la Calle Colombia la de Octavio Romero,Marcos Cárdenas, Elisa Osorno, Abelardo Zuluaga, Marcos Jaramillo, Gabriel Cuartas y luego pasó a ser propiedad de Alberto Romero Cardona; para los lados del Retiro la de Ana Beiba Sánchez , no recuerdo bien de la campesina, pero veo ahí a Deogracias Cardona y en Chiquinquirá la de Simón Gil.

Qué casonas, que espacios tan bondadosos, que disfrute de viviendas y que presentación colonial, la cual se ha venido perdiendo al cambiar la tapia por adobe y la piedra por cemento ; lo que vemos ahora causa nostalgia y arrugas en el corazón, " siquiera se murieron los abuelos ". Jorge Robledo Ortiz.

Jairo A. Gallego Berrío
Jairoalfonsogallegohotmail.com

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ

" Casi todos estamos convencidos de que todo tiempo pasado fue mejor y de que el césped del vecino es más verde". Moisés Wasserman.

En mi relación como Auditor Especial del IDEA conocí al Doctor Alberto Gómez Celada quien fungía como Gerente Financiero del Instituto, ello fue años atrás y muchos, nuestra amistad se hizo permanente aunque los encuentros o comunicación no lo era tanto. Hace poco tiempo nos encontramos en Junín y compartimos el buen café de la repostería El Astor; en medio del intercambio de palabras nos contamos de nuestras vidas y en especial del status de jubilados, es así que me manifiesta ser el Presidente de la Asociación de Jubilados de Antioquia y la oficina estaba ubicada en la avenida Primero de Mayo, la cual me puso a disposición en caso de querer tintiar, hacer llamadas telefónicas o votar corriente. Con orgullo me comentó sobre las reuniones que hacían allí, inclusive los bailecitos los viernes con viejitas, me agradó lo de las viejitas, al preguntarle el origen y categoría de las viejitas, me respondió lo que me debía responder : Las jubiladas asociadas. Alber, tengo prohibido el ingreso, le expresé. No quise expresarle lo que se vino a mi memoria : Prohibido compartir demasiado tiempo con los de la tercera edad, ya que esa enfermedad es contagiosa y progresiva. 

No es que sea masoquista y esté esperando la cascada de piedras por mi osadía, ni mucho menos; existe una realidad de mayor frustración y es lo engañado que me encuentro con mi espejo, funciona como reloj sin cuerda o sin pilas y se detuvo en el tiempo; me atormenta que en los periódicos ya no encuentro amigos o quizá conocidos en las páginas sociales, pero sí leo sobre el fallecimiento de alguien cercano . Veo esa cantidad de amigos o al menos conocidos , unos con cabellos canosos y otros con la calavera ya calva como adelantándose al proceso, a cuál proceso, al proceso. Para suavizar en algo mi lenguaje quiero recordar que " El hombre se hace viejo muy pronto y sabio demasiado tarde, justamente cuando ya no hay tiempo".

Es propio de las sociedades que exista especial convivencia de parte del individuo con sus pares y que ello los lleve a compartir los espacios de ocio o diversión; es así como los encargados de recreación programan eventos de diferente índole de esparcimiento para aquellos que la suma de años es proporcional a las mediciones del colesterol, triglicéridos, presión arterial y glicemia. Es muy común observar por los lugares turísticos grupos de muchachones y muchachonas, los cuales ya los pueden juntar para que se cuiden de no pierdan y, en otrora no se podían juntar porque se perdían. Aún no me han fichado para el programa, presumo que no aplico o al menos me resisto a ello.

Inscripciones para la tercera edad, aspirantes al paseo en bus a San Jerónimo el día miércoles; eso del día no importa, da lo mismo un lunes que un jueves, no requiere que sea sábado, domingo o día festivo, cuentan con disponibilidad de scout . La salida es del atrio de la iglesia de Belén , hora siete de la mañana. Algunos de los paseantes se daba amistad por ser repetida sus encuentros en diferente farmacias consultando precios y descuentos, dos de ellos se citan para estar antecito y conversar, efectivamente son personas muy cumplidas y ya desde la cinco están en el atrio, la edad y la ansiedad del viaje no los deja dormir, parece repetir la infancia, la cita convenida se cumple con el primero que se encuentra y por no recordar el compromiso con quien se debía encontrar; excelente no hay reclamos y mucho menos enojos ya que sus historias están habilitadas para todos los contertulios posibles; inclusive hasta repetidas.

Llamada a lista e ingreso al bus, las ventanillas son las preferidas y todas copadas , la mitad de los viajantes le toca pasillo

Es de admirar lo organizados en sus prendas, la mayoría con cachucha aunque la palabrita ya se les olvidó, la excepción el sombrerito decembrino; tanto ellos como ellas lucen la camiseta blanca y sudadera verde, no propiamente por ser hinchas del Nacional ni por replica a la bandera de Antioquia, los zapatos mas comunes son los tenis, limpios y bien amarrados ya que en casa lo ayudaron a darle buen uso a los cordones. La recreacionista da las instrucciones antes del carro ponerse en movimiento; pregunta si ya se tomaron la pastilla, reparte agua en unos desechables para los que no lo habían hecho; se les habla del itinerario, advirtiendo que quien requiera ir al baño tiene cinco minutos para que satisfaga la necesidad, luego advierte que la parada próxima se hará en el estadero Monte Verde, donde Julio, allí encontrarán el agua para la pastilla a las nueve y veinte y, a la vez el lugar del desagüe o eliminación de líquidos; las filas tanto en EVA como en ADÁN son largas y sobre todo por haber llegado el otro bus parte del paseo, se comienza a ver algunas sudaderas un poco torcidas y mojadas en las partes asexuadas ; vamos de paseo y ya cantaron dentro del carro las canciones recomendadas por la organizadora: " Adiós casita blanca", " Las Acacias, " La batea tea, tea, la batea se rompió" Bis y bis y, algunas parranderas como " Quisiera ser el diablo", " Que lo diga ella yo no" y "El año viejo ".Continúa la marcha , once de la mañana " Parque de los Tamarindos ", " ¡llegamos !,¡ llegamos !, llegamos " , hermoso paisaje, piscinas de diferentes tamaños, cancha de futbol, billares, pin pon, sauna, turcos, parqués, ajedrez... todos a disfrutar, doce y treinta , recuerden la pastilla y luego pasen al comedor , ¡ oh sorpresa ! plato típico , el chicharrón diminuto y carne molida acompañada de tajada de maduro, arroz , huevo cocido y de sobre mesa claro con panela en polvo.

El trajín ya se les nota y se les agrava por falta de siesta, ya se llegó la hora de regreso y se alegran por pensar que llegaran a la casa a descansar; no recuerdan que sus parientes los enviaron al paseo para que descansaran; el descanso es recíproco, tanto para el que se fue como para los que se quedaron. El silencio en el bus se ve perturbado por los sonidos de los ronquidos los cuales son copiosos, parecen competir, ya nadie canta, algunos se quejan porque se les volvió a perder la cachucha, otros se les ve con la camiseta chorreada, algunos con los tenis sueltos y con el peligro que si los pisan se pueden caer, pero no existe desgonce para amarrarlos. Ya en la casa hablan de todo lo que conocieron, lo que gozaron , de la cantidad de piscinas que tenían a disposición , lo mismo de campos de deportes. A sabiendas que ninguno hizo uso de piscina, campo de futbol, tenis de mesa, ajedrez.... 

No es nada diferente a mi costumbre de citar varios nombres en este espacio, en especial yolombinos, lo hago con cariño y por ello que saludo a Arnoldo Cano ,felicitaciones por el cumpleaños; me excusan que no es por falta de respeto a sabiendas que todos son con dones y con doñas, pero omitiré el prefijo en razón de espacio en la página , así : Queta Pérez, Emilio Vanegas, Lucila Misas; Manuel Vélez y Sofía Gómez; Heriberto Osorio; Saulo Álzate; José Agudelo " Grosero"; Luis Carlos Ochoa " popocho "; Herminia Álzate; Mariela Álzate; Marina Cárdenas Judith Barrera; Ligia Gómez; Martha Marín; Fanny Granda; Fanny Agudelo; Pedro Martínez y Judit Zuluaga ; Alonso Gómez ; Ramiro Monsalve; Jesús y Roberto Roldan; Renato Cardeño, gran Abogado y amigo; Horacio Giraldo " Síndico" ; Horacio Barreneche; Antonio Zuleta; Sigifredo González ; Leonel y William Álzate; Abrahán Soto; Darío Álvarez; Augusto Múnera; Julio Ochoa ; Simón y Samuel Gil; Víctor Cifuentes; Germán Gaviria " periquito ";" Antonio Idárraga; Amador Pérez; Mario Álvarez " purino "; Juvenal Gil " magua "; Hernán Macías; Albeiro Marín, en el Rubí o en Versalles; a Pascual Villa, como experto docente y conocedor de los intríngulis, azares y avatares para ordenar las listas estudiantiles, le solicito el favor de organizar la anterior conforme a las exigencias de edad, dignidad y gobierno. A todos ellos un abrazo fraternal y gracias por hacer parte de mis gratos recuerdos de la tierra que me vio nacer.

Recordando mi época de baladas y música de protesta y, concluyendo que existe más pasado que futuro, traigo a la memoria al cantautor, escritor y poeta Gonzalo Navas Cadena, conocido en el mundo artístico como Pablus Gallinazus , el de " Una flor para mascar " , " Soldadito de Plomo", etcétera y su canción " El moco ", donde " en el pasado todo moco fue mejor".

Jairo A. Gallego Berrío
jairoalfonsogallego@hotmail.com

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ

El exmagistrado del Tribunal Administrativo de Antioquia, exconsejero de Estado, Catedrático de varias Universidades del País, autor de varias obras de Derecho, en especial sobre el Derecho Procesal Administrativo y sobre la Contratación Estatal, Doctor Juan Ángel Palacio Hincapié, me honra al manifestarme haberme leído en la columna de " Lo que el viento se llevó", este ilustre bellanita viene escribiendo obras literarias , las cuales son de mi agrado y de facilidad para recomendar su lectura, vemos en " La Hora Esperada" un número de narraciones muy acordes con las vivencias de la sociedad actual y, no menos diciente es su obra " El Último Domingo" sobre hechos que seguramente le inspiró el hecho de conocer muy bien su municipio de Bello. Realmente existen diferencias de un domingo en los municipios del Área Metropolitana a los domingos de los municipios un poco retirados de la capital del departamento, como son Yolombó, Cisneros,Yalí, Remedios, Etc.

Les hablo de un domingo en Yolombó en la década sesenta al setenta, en mi pueblo después de cumplir el mandato del tercer mandamiento de la Santa Iglesia, para ello acudíamos en fila y uniformados los diferentes alumnos de los establecimientos educativos. La formación machista hacía que los " hombres " tanto jóvenes como niños ocupáramos las naves izquierda para los liceístas y la derecha para los escolares, unos y otros de pie; las" mujeres" normalistas como escolares sentadas, como deben ser. La misa era de larga duración, no rebajaba de la hora y terminaba a las ocho de la mañana; no faltaba el desplome de algún estudiante, no resistía y se mareaba; una vez terminada la celebración nos dispersábamos en el atrio, muchos a tomar " perico" con parva donde Carlos Giraldo o Emilio Ochoa, cafeterías debajo del atrio parroquial.

Ya se veía la mulada cargada de panela con sus arrieros al frente de los depósitos donde las descargában, allí se veían los depósitos de Luis Felipe Duque, Juan Manuel González y ya a comienzos de los setenta a los Barreras, igualmente se veía a " Colorado ", hombre fuerte y guapo al igual que los Agudelo cargando los camiones con el producto y que luego serían llevados para Medellín. La congestión en estos depósitos llamaba la atención por concurrir compradores, arrieros, cargadores, mulas, transeúntes, carros y bulla y más bulla, en el piso hojas secas de plátano donde envolvían la panela y que se escapaban de sus bultos. Dentro de los vendedores se observa a Nicolás Osorio de su molienda o máquina " La Vega"; Celmira Vélez de La Mascota; los Barreneche del Ingenio, Carlos Cañas de La Reina; Arnoldo Cano con su poncho al hombro de la estancia de La Floresta, recuerdos de " Chicuelo "; Fabio Osorio de La Marquesa; Fernando " Tocayo" Martínez de Cachumbal; Ricardo Montoya de Barro Blanco; Alfonso Cortés de Pocoró; los Bustamante de Pantanillo; Alfonso ........de Barro Blanco; Jesús Zuluaica del Rubí; Pepe Gómez de La Gergona; León Londoño de La Luz; Bernardo Valencia del Cedro; Manuel Vélez o Sofía Gómez - de la Verduga no acepto madrazos amigo Manuel- y tanta y tanta gente buena, ya que Yolombó, además de producir panela, cuenta con lo mejor que es su gente igualmente buena.

Ya en la plaza de mercado se observaban los vendedores todos listos para ofrecer sus productos, los carniceros en sus puestos, los campesinos con sus costales exhibiendo los resultados de sus cultivos : plátanos, yucas, cebolla, tomates, las frutas y frutos de las parcelas, los fríjoles tanto verdes como secos, maíz y todo aquello que nuestra gente humilde de las veredas traía en sus bestias para alimentar al pueblo. En la parte de adentro de la plaza de mercado se encontraban las cómodas, las cuales aumentarían sus ventas comparadas con la semana. En el primer piso atendían unas mujeres incansables quienes después de preparar la morcilla, chorizos, natilla, platos de mondongo en la noche anterior, estaban prestas en atender a sus comensales, en especial los campesinos, con los antojos por la variedad de comidas. Todas ellas permanecen en mi recuerdo y mi corazón por todo lo que han hecho para que mi Yolombó sea siempre grande, como es grande la nostalgia que nos da al recordarlas.

Cómo no recordar los toldos de José María Zuluaga " Gallo " con sus juguetes y fantasías; igualmente inolvidable el toldo de " Mi Rey ", hombre dicharachero, gozador, encantador de serpientes, amigo de todo el mundo, gozador como el que más, irradiaba alegría, conversador incomparable, el hombre que le ofrecía a su clientela cusumbos, los cuales no los podía entregar de inmediato por encontrase en camino de Sofía hacia Yolombó; dentro la lista de sus cacharros , cachivaches , estaba el mentol chino al cual le daba propiedades exóticas.

Un día domingo apreciado, amigo Juan Ángel, en Yolombó es diferente al de Bello, ya que allí vas a encontrar gran cantidad de negocios cerrados , algo de soledad y centros comerciales y súper mercados apropiándose de los compradores.

En Yolombó, para la década indicada, las tiendas del " Mono Gómez " y Alicia Ramírez; la de Aristóbulo García; Antonio Jaramillo; Ernesto Alzate; Julio Rúa; Ramírez Hermanos; La de los Hermanos Meneses; Efraín Cardona; Alberto Orrego; Octavio Romero; Placido Tobón; Alberto Orrego; Arístides Castro, y otras y otras más ya se veían prestas en atender a sus clientes con lista en mano para completar el mercado dominical. Las tiendas son muy parecidas, las diferencian la capacidad económica que puedan tener el tendero y que además coinciden con los graneros o tiendas de otros municipios, así nos lo hace ver el folclorista Agustín Jaramillo Londoño, al entrar a la tienda lo primero que se observa es el gato sentado en uno de los bultos a desempacar, no faltaba la barra de salchichón colgada , luego se observa el ventero dentro del mostrador donde atiende y vigila que los dueños de lo ajeno no se hagan préstamos inconsultos ya que de las paredes del negocio penden lazos, clavos y alambres donde exhiben las mercancías, como los coladores, cedazos, manilas , herraduras, jíqueras, machetes, vainas para éstos, el beque, una que otra olla, el perol, la jarra de aluminio; además está la balanza con su respectivo juego de pesas, al lado se encuentra la cuartilla, la pucha y sus rayas; un embudo para vaciar líquidos y otro para empacar azúcar, harina, sal y arroz en las bolsas de papel, por lo general de a libra. En los entrepaños de la tienda hay paquetes de velas, jabón en barras, latas de sardina, salmón, salchichas; igualmente había espacio para los paquetes de café, bombillos, tabacos, cigarrillos, chocolate en paquetes o en bolitas; así mismo los tacos de galletas, rollos de papel higiénico, tarros de galletas Macarena y deditos. Recuerde que la manteca la vendían sacando de una lata grande y que lo hacían con una cuchara de palo para luego pesarla; en la pared pendía de un clavo el manojo de escobas y trapeadoras, al igual que las bases del azadón, pica, hacha, las que eran encabadas para labores del campo y allí mismo se conseguía la barra para cavar y otros elementos de trabajo. 

Voy a ser muy sincero, tenía en mente contarles anécdotas de un domingo en Yolombó, me antojaba hablar de la música que se escuchaba, las peleas en "EL Hoyo", " La Espiga" llamado para la época " Puerto Machete ", en El Barrio o zona de tolerancia; el calentamiento en "El Canalón " y muchas otras pendejadas. Pero resulta que tengo un nudo en la garganta que quiero desatar y es lo concerniente con la precisamente con la plaza de mercado de Yolombó.

Como yolombino miro de muy buenos ojos el proyecto que tiene la Administración Municipal y que tiene que ver con demolición del vetusto edificio donde " funciona" la plaza de mercado y el Hotel de Turismo " La Marquesa ", el cual no es hotel y mucho menos de turismo. es innegable que la construcción actual amenaza ruinas y que el espacio que ocupa es muy generoso para lo que tiene en mente el Señor Alcalde Amador Pérez, una ubicación inmejorable que le puede dar vida al pueblo y, en especial a la plaza principal; bien se lo dijo el Señor Gobernador Luis Pérez, pensar en construir el Centro Comercial La Marquesa es pensar en grande, y grande es soñar con un Centro Comercial que puede solucionar la movilidad en la plaza y calles céntricas , ya que de seguro contaría con parqueadero en el sótano para un gran número de vehículos, hecho éste que permitiría a los turistas y a los que descansan en sus fincas o parcelas hacer las compras en el pueblo, visitar los amigos, proveerse de los artículos requeridos para la estadía; es decir un mayor comercio.

Pensar en un centro comercial es pensar en unos lugares agradables, donde encuentra los puestos de venta especializados, la zona de carnes es de carnes, las de legumbres es de legumbres, etc. vamos a encontrar las cafeterías, los sitios de confort , lugares de recreación y ventajas mil propias de los desarrollos culturales, sociales y económicos; no podemos ser ajenos los yolombinos con lo que está ocurriendo en los pueblos más desarrollados.

Es en serio, no puedo creer que exista oposición a la obra por hacerle oposición al Señor Alcalde, la oposición se la están haciendo a mi Yolombó del alma, invito a los Señores Concejales yolombinos de todos los partidos, a las asociaciones cívicas, a los de la Sociedad de Mejoras Públicas, al pueblo de Yolombó en general, para que lejos de mezquindades y de egoísmos, sin miramientos políticos apoyemos al unísono a la Administración Municipal de Yolombó para que lleve a feliz término una obra que nos hace crecer y que todos , no importa donde nos encontremos, tengamos otra razón en nombrar a Yolombó con orgullo. A los convencidos que todo es política y todo vale, créanme que se equivocan con oponerse a la ejecución de la obra, la razón: El Señor Alcalde tiene ofrecimiento muy grande de colaboración por parte del Señor Gobernador, el propósito del Alcalde es construir un Centro Comercial con aportes gubernamentales y en una menor cuantía con recursos propios del Municipio, el terreno existe y debe demolerse; el no hacerse la obra tiene unos responsables, aquellos que se oponen al progreso y, el Alcalde no pierde ya que hizo lo propio en su deber ser.

Jairo A. Gallego Berrío
jairoalfonsogallego@hotmail.com

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ


Este año mis compañeros de aula y yo cumplimos cincuenta años de egresados del Liceo Regional Aurelio Mejía, 1.967 - 2017, son muchos y gratos los recuerdos que desearía plasmar en este escrito pero no tendría espacio para ello, que rico rajar de los profesores, esos héroes que nos crecieron y procuraron volvernos mejores personas útiles para la familia y la sociedad, maestros que para el momento los mirábamos como cargadilleros, sádicos con sed de rajarnos en las pruebas de conocimiento, los que se cargaban de bronca para perturbar nuestro ocio, a ellos una y mil veces gracias; gracias César Olarte Director de sexto de bachillerato; mil gracias Gilberto Muñoz Casas profesor de química; gracias Gabriel Hoyos profesor de física; gracias Ignacio Días profesor de Idiomas; gracias Héctor Monsalve profesor de español; gracias Miguel Cataño profesor de educación física; gracias profesores todos del Liceo Regional Aurelio Mejía 1.967.

Cursar el sexto de bachillerato era todo un plus, era lo máximo, éramos los grandes del colegio , los que nos robábamos las miradas de los demás estudiantes del plantel, los que comenzábamos a soñar en un mundo mejor, los próximos a partir en busca de nuevas instancias bastantes desconocidas e inciertas, pero eran sueños y los sueños sueños son - Calderón de la Barca- manejábamos el casino ( léase tienda estudiantil ), los que a nombre del colegio teníamos el manejo de los bailes desarrollados en el Hotel de Turismo La Marquesa con el propósito de conseguir fondos para los grados. Es que cursar sexto demandaba otra serie de gastos como traslado a Medellín para aquello del mosaico en Arte Italiano en Junín con Maracaibo y, teníamos que ir todos para la foto, no se prestaba para delegar; igualmente teníamos que estar presentes en la contratación para que nos elaborarán el anillo de grados , en la Plazuela Rafael Uribe . Era demasiado gracioso pasearnos en manada, junticos, sin descuidarse y codo a codo para evitar que se embolatara alguno y nos pusiera en aprietos, por cierto la mayoría por primera vez pisaba tierra de la Capital de Antioquia; ese paseo por Junín de la época y la cantidad de fotógrafos que nos enfocaban y luego nos daban un papelito para que reclamáramos el telescopio con la foto acabada de tomar, en cuestión de horas podías tener la prueba de haber estado en Medellín y un recuerdo más de cuando eras joven. Los que teníamos alguna canchita de las idas a Medellín lográbamos para ver alguna película en el teatro Lido o en el Odeón y, no faltaba el masoquista - inclúyame- que iba al Atanasio Girardot para ver al siempre " Poderoso Independiente Medellín ". Estar en sexto de bachillerato sí tiene su valor agregado.

Algunos compañeros de mi promoción como bachilleres 1.967 lograron la subidita a Medellín para conocer las escaleras eléctricas del Caravana, establecimiento fundado por yolombino, sí Orrego de los de Yolombó, las escaleras era un atractivo no sólo para los de pueblo ya que los citadinos igualmente entraban en la novedad; así mismo los compañeros compraron los cuadernillos de poesía de José Asunción Silva; Calderón de La Barca , Porfirio Barba Jacob; Julio Flórez ; Rafael Pombo; etcétera. Algunos comprábamos unos libretos donde se encontraban cuestionarios con sus respectivas respuestas para preparar los exámenes de ingreso a las universidades. Al escribir este artículo me lleno de nostalgia pensando en esos años de gloria que el Creador nos puso a disfrutar.

Los condiscípulos míos y bien aventurados por habernos tocado vivir una época de fantasía en el Aurelio Mejía donde las fortalezas de la institución superában con creces las posibles debilidades del mismo, siempre pero siempre nos llenaremos en emoción de tener en la memoria uno de los mejores disfrutes de vida, alimentándonos con la savia del saber proporcionadas por ese coloso llamado "Liceo Regional Aurelio Mejía" . O si no que pasen al tablero esos compañeros a decir presente, no frente al Rector José Villamil, ahora nos toca frente a un Juez que califica una prueba de mayor rigurosidad y ese Juez se llama LA SOCIEDAD, ese conjunto de ciudadanos con los cuales compartimos el vivir cotidiano y calificadores de nuestro comportamiento, nuestra conducta frente a ellos, frente a la familia, frente al país y frente a la humanidad . Es decir, fuimos preparados para la vida, no para pasar un examen académico y mostrar el tres , hoy el seis, y decir que ganamos.

No quiero molestar o incomodar a mis compañeros de promoción como bachilleres, sólo deseo devolver la mirada cincuenta años y luego del fraternal saludo decirles como los registran mis recuerdos. Gilberto Escobar Pulgarín , amigo fiel y cómplice de pilatunas, lo recuerdo con el agradecimiento del siempre amigo, se graduó como Ingeniero Administrativo, se vinculó al sector público donde se desempeñó con pulcritud, su adoración fue su hija Diana, conservamos la amistad hasta su último momento de vida; Luis Alfonso Ochoa Agudelo, economista, serio y señor, muy amigos cuando estudiábamos bachillerato, ya en la universidad poca comunicación teníamos, con tristeza lo acompañé en su funeral; Bernardo Arroyave Gaviria, hijo de " Pierrot" integrante del conjunto Arroyave, a Bernardo con cariño lo llamábamos " viejo ", creo habernos visto por los años ochenta por los lados del municipio de La Unión donde se desempeñaba como profesor, estudioso, respetuoso y buena gente; David Alberto Pérez Estrada, vivía en el Canalón ,buen muchacho y hermano de unas maestras igualmente buena gente, rendía en el estudio, terminamos bachillerato y no volví a saber más de él; Hernán Henao Gómez, vivía por los lados del cementerio, rendía académicamente , algo contestatario con rebeldía incluida, al parecer trabajaba en la DIAN, se me perdió el contacto; Juan de Dios Galeano Valencia, hacía parte de los internos del colegio, natural de Cisneros, tímido, muy buena gente, me manifestó haber terminado economía, años sin verlo; Lubián González Mesa, simpático, introvertido, poco expresivo, llevaba por dentro un dolor que lo atormentaba al parecer familiar, después del bachillerato no me volví a encontrar con él y, de oídas escuché que terminó medicina, vivía por los lados de la Beneficencia pero y creo que era de Remedios; Efraín Cardona Vélez, muy pinchado, como decían los muchachos de la época, rendía en el estudio, vivía en El Alto el tigre , sus padres y hermanos y hermanas eran de mis más altos afectos, Efraín terminó contaduría, hace rato no lo veo; José Domingo Higuita Rodríguez, estudiaba como interno, buen estudiante, le gustaban las bromas, genio alegre; su padre se desempeñaba por esos tiempos como policía, tenía un hermano demasiado chistoso, era ñato, nos repetía que la madrastra le daba ñuca al desayuno, ñuca al almuerzo y en la tarde la decía " ñato querés más ñuca", el ñato estudiaba en su condición de externo; José Domingo terminó una tecnología que la supo aprovechar para tranquilidad de su vida; Roberto y Jesús Roldán Vásquez, internos, oriundos de Yalí, hacen parte de mi parentela, caballeros a carta cabal, serios, excelentes personas, estudiosos y cumplidos con las obligaciones estudiantiles, Roberto comerciante próspero, casado con yolombina hija de Tomás Cardona, y Jesús terminó arquitectura, con oficina en la ciudad de Medellín, me comentan que tienen explotación avícola en su pueblo natal; Alfonso Agudelo Metrio, buen rendimiento académico, enamorado, cuanta " sardina" veía en la ventana, sardina objeto de los piropos enamoradizos, lo llamábamos cariñosamente " cabezón ", me reservo la razón del adjetivo, simpático y buena gente; Rómulo Hincapié Gil, interno, creo que era del Peñol, hombre corpulento como el que más, con sus veinte añitos y ya parecía un señor hecho y derecho, presencia de profesor, le tocaba estudiar para darnos ejemplo, qué pena uno tan grande y perdiendo materias del pensum educativo, el esfuerzo debía ser proporcional a su desarrollo corporal, el amigo Rómulo se nos perdió al terminar bachillerato y creo haberlo visto en el Estadio Atanasio Girardot haciéndole fuerza a mí equipo del alma.

Para este tiempo, creo que la mayoría de los lectores son ajenos a la existencia de internos en el Aurelio Mejía, pues bien, nuestra institución recibía estudiantes de otros municipios, inclusive otros departamentos que fuera de matricularse como estudiante, debía pagar una pensión para vivir en el colegio con alimentación incluida, la mayoría de ellos eran becados. Los dormitorios se encontraban en las aulas más grandes del segundo piso, los internos tenían un reglamento que señalaba hora de acostarse y levantarse, al igual que el ingreso al comedor el cual quedaba en el primer nivel al fondo del patio segundo de ingreso al colegio. no me perdonaría omitir hablar de Elvirita Rocavista, Conchita Agudelo, Ana Jaramillo, Ana Suarez y todas aquellas buenas mujeres encargadas de poner a manteles los suculentos guisos con los cuales alertaban al olfatearlos, desde nuestro salón de clases, los jugos gástricos y, ello hacía que el tiempo de terminación de clase se volviera más tediosa, más prolongada; que recuerdos deben guardar los profesores y los alumnos internos que tuvieron de cerca a estas bellas damas, todo es nostalgia.

Que recuerdos nos deja el recibir el Diploma de Bachiller, momentos con olor a gloria, alegrías inmensas , satisfacciones de padres de familia, orgullo de los profesores y nuevas expectativas con suspenso incluido, y ahora qué ?, a mi muy ilustre coterráneo Weimar Querubín , Rector del Liceo Regional de Yolombó, le hablo en voz baja para que me confirme que existe la cátedra de orientación profesional o inducción referente a la preparación de los estudiantes a la universidad, qué rol se maneja para tener acceso a ella, profesión preferida dada habilidades y conocimiento del alumno y todo lo referente a mirar posibilidades para el que termina bachillerato. Lo anterior debido al grado de dificultades que pasamos cuando queríamos mirar la universidad, ya no era el padre de familia o el acudiente quien lo matrículaba, el conocimiento en saber en forma oportuna las convocatorias de las diferente universidades y, no sobra decirlo las posibilidades económicas entre una y otra universidad, eso tiene su cuento, pero ahora con la facilidad que nos brinda la tecnología en comunicaciones es también otro cuento.

Por último quiero felicitar a las Normalistas , de la institución Santa Teresa de Jesús que se graduaron en 1.967 y cuya ceremonia la hicimos conjunta por sus 50 añitos de egresadas; para Amparo Gómez Vélez, qepd, Gloria Elena Gallego Berrío, Lucía Mesa Pérez, Inés Loaiza Ochoa, Luz Ángela Cardona Bedoya, Margarita Gaviria Calderón qepd; Flor Ángela Castaño Arismendi, qepd; ; Rosa Elvira Márquez qepd ; Gabriela Gallego Correa; Libia Gómez Agudelo; Adelfa Zapata Hurtado; Socorro Díaz Osorio; Eugenia Ceballos Vallejo; Luz Mila Ceballos; Rocío Villegas; Rocío Chaverra; Ofelia Rodríguez ; Ofelia Vásquez; Etelvina Marín; Luz Soto Cadavid; para ellas y sus demás compañeras un abrazo y mi recuerdo perenne. 

Jairo A. Gallego Berrío
jairoalfonsogallego@hotmail.com

YOLOMBÓ ILUMINADO


Querida hermana:

Siempre digo que el recuerdo que tengo de Yolombó en mis años de infancia (diría los años 55-60) es que era una aldea fría, lluviosa, sin agua y a oscuras.

El frío en las tardes, noches y madrugadas era mundial, toda la gente a esas horas era embrujada en ruanas, sacos, chales, cobijas; arrumados en las cocinas buscando el calor del fogón, tomando aguapanela o café cerrero calientes y generalmente contando historias de duendes, espantos y aparecidos que para eso sobraban contadores y testigos de los hechos, quienes a pie juntos juraban que habían visto la madremonte, el cura sin cabeza o cualquier otro de esos seres que felizmente deambulaban por nuestra villa. El problema venía después, cuando los pequeños agarrados a los mayores y alumbrados por una vela salíamos a morirnos de miedo en una cama y a orinarnos del pavor (sobretodo yo) al oír las horripilantes oraciones de doña Berta a las benditas ánimas del purgatorio o el Magnificat que más parece una descripción de un ataque de la chusma (hoy guerrilla) que una oración al Creador.

Y agua Dios misericordia, porque pueblo más lluvioso no ha conocido Colombia, día y nochemente una lluviecita continua, cansona que hacía aparecer por toda la casa múltiples vasijas que aparaban las goteras y bajo cuyo ritmo nos dormíamos y al unísono de los chorros, yo me miaba.

Cuando de pronto por las canillas salía líquido, era un agua pastosa, pantanosa, sucia y maloliente; con demasiada frecuencia mi mamá nos mandaba por agua limpia a la tambora, con un pedazo de jabón de pino, esponjas de alambre, trapos y ollas grasosas para lavarlas allí y traerlos con agua; se aprovechaba y con el mismo jabón nos bañábamos nosotros. La tambora era custodiada por un viejo moreno, cachetón, bizco, dientes de oro, traje de dril y sombrero de ala corta que se la pasaba silbando con una llave de expansión en la mano. Siempre se dijo que éste viejo era el que dañaba la bomba porque su brutalidad no le daba para más y el indefectiblemente decía que se había reventado el cigüeñal y vaya Dios y el diablo a saber qué diablos era eso. El consenso era que el desdichado viejo nos quitaba el agua para no trabajar. Otro cuento muy distinto era coger la loma de camino de piedra que ascendía hasta la casa de las Barreras en forma de eses infinitas como si fueran al cielo, con la vasija llena de agua que muchas veces por las caídas en pantanos quedaba vacías y había que regresar a llenarlas cuantas veces fuera necesario pues era preferible el cansancio y la piedra, que la ira santa de nuestra santa madrecita si no aparecíamos con el precioso líquido; al llegar a casa nos daba una naranja o una pela según el caso y …vuelva pa’ la tambora por más agua…

Con la energía era otra historia. El dueño de la CHINGAZA de la época, digamos el PUYO VASCO, era Sigifredo Velásquez (Fero) a quien mi mamá llamaba SISIFREDO, hermano de Edelmira, hijo de Cacho y autor con doña HERMINIA nada menos que de El Dormido y Horacio entre otros. El tal Fero desconectaba la planta (de la pajita) cuando por la radio iban a discursear los conservadores… y se quedó con el vicio: pues cuando se iba a beber –que era diario- cortaba un alambre… y busque al hijueputa por todas partes que indefectiblemente andaba bebiendo en cualquier cantina escondido detrás de las puertas y a echarle el cuento que conectara la luz de nuevo porque Él era el dueño del único alicate que había conocido el pueblo y lo cargaba en el bolsillo de atrás del pantalón junto con dos destornilladores; Fero siempre decía que se había dañado la chumacera de la planta y que no había arreglo posible; cuando por voluntad divina dejaba de beber volvía esa luz mortecina que malalumbraba nuestros hogares y que con sus altibajos dañaba los pocos radios de tubos que gangosamente nos informaban del mundo.

Se colige de lo anterior que para el suministro de los servicios vitales de la comunidad estábamos en manos de unos bandidos que a su antojo los ponían o los quitaban.

Se entiende ahora porqué el gobierno del VOZ DE FLAUTA de Gaviria no fue quien inventó el racionamiento. Muy bien, la conclusión es correcta: el racionamiento se inventó en Yolombó.

Mi padre que si no estaba furioso, tenía chispa y buenas salidas, cuando se le preguntaba qué había pasado con la planta de la Pajita, contestaba que había explotado, que cayeron tornillos en el Ingenio, que los estaba recogiendo Próspero Barreneche y que la chumacera en mil pedazos la vieron en Pocoró o en el alto de Méndez y que lo peor era que no aparecían ni Fero, ni el alicate para tener una infeliz esperanza.

Más tarde comenzó mi padre a averiguar si alguien sabía qué diablos era una chumacera y claro!:

-Conocían la palabra pero no sabían que era: 71%

-Habían oído la palabreja.……………………………… 20%

-La relacionaban con el apagón……………………….. 8%

-No sabe/no responde………………………………….. 1%

Si se analiza con detenimiento lo anterior, fácilmente se deduce que no fue Napoleón Franco, ni CMI, ni el Espectador, ni Invater, ni Yankelowich, ni ningún otro bolsón quien inventó las encuestas. Deducción…

P.D:
Por estos días de navidad y ante la proliferación de tantos Papás y Mamás Noel, quiero recordarte que por los años 59 ó 60 cuando nuestra hermana mayor fue preparada para reina y compitió con Gilma Rivera por el cetro, se hizo un baile en una casa vecina a la nuestra y pusieron en la portería un Viejo Noel que recibía a los invitados con alegres JO JO JO y les colocaba en el pecho un moño con cintas rojas y verdes y un pequeño ramo de pino fresco cuyo olor agradablemente ahora percibo. Muy tarde me di cuenta que no era el Noel del cuento sino el viejo cascarrabias y mariqueto de Callejas (que entre otras cosas no nos dejó entrar y que fue el primer Alfredo Barraza de que se tiene conocimiento –otro invento-) y que ahora vestido de angelito debe estar haciendo altares y echando cantaleta en el cielo.

Iniciaré una exhaustiva investigación para aclarar si el ahora Papá Noel (recuérdese que el nuestro es Viejo Noel) es el mismo que viene del polo norte o el original es el Yolombino que venía de las lomas del cancharrazo, precisamente de la vereda El Comino cuna de la familia Callejas; aunque comprendo que es un compromiso mayor que de llegar a demostrar derrumbaría una de las creencias más arraigadas u defendidas en el mundo y la ira desatada podría fácilmente destruir nuestra villa y no habría ya quien contar historias; mejor será dejar el negocio así… en la duda.

Tu hermano que no los olvida,
Medellín, 23 diciembre 1997
Néstor Giraldo Macías


viernes, 9 de noviembre de 2018

Los 90 Años de Ana María Misas Gómez


Ana María, una mujer que se ha caracterizado por su vocación de servicio a los demás, a pesar de ser madre de 11 hijos y de las múltiples ocupaciones que el cuidado de ellos implicaba, por su hogar han pasado sus hermanos, sobrinos, familiares y amigos, a quienes apoyó, ayudó y atendía siempre de manera incondicional.

Una mujer acogedora, de carácter fuerte, noble y entregada, que se casó siendo muy joven (sin cumplir 18 y el Luis Alfonso sin cumplir 20), para dar vida a 11 hijos: Ramiro de J, Orlando Alonso, Gloria Lucía, Ligia Estella, Nora Angela, Beatriz Elena, Luis Alfonso, Gabriel Jaime, Diego Luis, Ana Patricia y Carlos Alberto.

Queda viuda siendo aún muy joven y con la ayuda de sus hermanos… su capacidad de trabajo, su laboriosidad y disciplina, saca adelante esta familia que hoy se multiplicado de manera maravillosa dándole 14 nietos: Ramiro Alfonso, Andrés Felipe, Diego Alejandro, Daniel, Alejandro, María Cristina, Juan Camilo, Susana, Ana María, María Isabel,Laura, Sara,Juan pablo y Jerónimo. 5 bisnietos: Daniela, Sara, Luisa, Matías, Pedro y una Tataranieta: María Isabel.



Aún la familia permanece, no han tenido pérdidas lamentables. Ella puede hoy a pesar de haber perdido su memoria, celebrar su vida, la vida de todos sus seres queridos y además de las personas a las cuales Ana María Misas Gómez les marcó la vida con su amor, su compañía, su apoyo y su disponibilidad. 

Mujer alegre, gusta de la música, disfruta todavía y canta su canción preferida “CORAZONES SIN RUMBO”, como si fuera ayer en su casa de Pocoró. En sus años de ama de casa cocinaba para todos y a cada uno complacía con lo que le gustaba, sus recetas deliciosas, su torta casera de Zanahoria inolvidable, siempre con algo que ofrecer para quienes estábamos en su casa.

Demasiadas historias se tejen en la vida de Ana María, las cantarillas del colegio en su juventud en su tierra natal Yolombó, donde era muy exitosa en recolectar dinero para los gastos del altar, sus excelentes resultados académicos de los cuales María Dolores, su mamá, se sentía muy orgullosa. Las costuras en su maquinita de coser Sínger que siempre ayudó para hacer los arreglos de la ropa de casa y el ajuste de las botas de la ropa para estrenar. El cambio de su vida y la de sus hijos y familiares cuando inicia la pérdida de su memoria que a pesar de cada cumpleaños, siga sosteniendo que son 75 y su hijo Ramiro dice en forma jocosa, que ya casi la alcanza.

Hoy celebramos los 90 años de vida de esa mujer cuya descripción se queda corta si recordamos el amor con que acompañó a cada una de las personas que nos cruzamos por su vida y que si Dios quiere seguiremos disfrutando por muchos años más de sus risas, sus chistes y de lo gozadora que es cuando algo no le parece

las bendiciones del Creador sean sobre su vida y la de todas las personas que tenemos la fortuna de acompañar su existencia

Mónica María Lara Mira

sábado, 3 de noviembre de 2018

TERMIEXPRESS

TERMIEXPRESS S.A.S. es una compañía especializada en servicios de terminación y acabados litográficos, incluyendo comercialización de insumos y maquinaria para la realización de estos procesos en empresas en general, litografías, papelerías y centros de copiado.

Reconocida a nivel regional, cubrimos necesidades básicas y complementarias de procesos litográficos a terceros por medio de asesorías y servicios de alta calidad resultado de la experiencia de nuestro equipo de trabajo.
Generamos sinergia, con nuestra alta capacidad de negociación, logramos convenios que beneficien a las partes interesadas, generando alianzas estratégicas que ayudan a la configuración de nuevos proyectos y fidelización de nuestros clientes.










Ramiro Cortés Misas (El abuelo digital goo.gl/7h2oKy)

POCORÓ

_ ¿Regresas el domingo de Pocoró, Ramoncito?
_ Si, me llevo todo el material del trabajo para hacer algo en las mañanas, mientras la gente dormita y yo, despierto, oigo las procacidades que les grita Orlando Cortes Misas, el mayordomo, a las vacas que ha empezado a recoger de las dehesas, para ordeñarlas, en uno de los corrales cercanos a donde han amanecido los pequeños terneros.

Amanecer lindísimo. El sol rojo comienza a traspasar la línea del horizonte en que no se ven montañas altas, sino colinas y vegetación de cultivos de caña, sombrío de cafetales. estoy despierto hace rato, con las primeras luces de ahelios, las nubes van a tapar el sol. Anoche cayó un prolongado aguacero, amaneció encharcado el suelo de los caminos, se formaron pantanos y lodazales y por ahí transitaban los arrieros con sus mulas cargadas de café, panela, fríjol, maíz. El día fue soleado y salí a caminar un poco. Mi desayuno fue frugal y mi almuerzo otro tanto. no cené. Me motiló Gustavo Castrillón con un corte muy preciso, no cabe duda de que sabe.

Son vacaciones de mucho reposo, pero yo quisiera menos quietud y más acción, caminadas y paseos, tertulias agradables, pero no de esas en que el prójimo (el nuevo rico, un separado, pariente o vecino) es el tema obligado. Claro, uno se preguntará luego en qué ha de acabar, entonces, el amor por la murmuración tan propio de los novelistas, (afirmado por Carlos Fuentes en LA GRAN NOVELA LATINOAMERICANA, al hablar del primer novelista de la conquista de México Bernal Díaz).

Ya terminó el ordeño de tres vacas y resulta un balde de plástico lleno de leche fresca, especial para los niños que están en abundancia en la casa y para mezclarla con la mazamorra de la sobremesa, cuyos granos de maíz ha pilado doña Ana Misas en un pilón de los tiempos de upa. Ya el caporal de la finca no es tan grosero, no insulta a las vacas. ¿Cambiaron sus relaciones con ellas? ¿Cambió el internamente? Ya se están llenando de ganado esos sesteaderos, de nuevo. Luis Alfonso Cortes Misas, el dueño, sale a mirarlos, seguido de su pequeño retoño (Alejo) quien hace rato está despierto y levantado, acompañando a Orlando en sus faenas de ordeño.

Cuando la gente no vive su propia vida tiene que ponerse a vivir la de los demás, a meterse en ella, a opinar sobre lo que parece bueno o malo de los otros... Es como si estuviera tratando de justificar su propia vida.

Anoche estuvimos calmados, jugando cartas, mientras en el equipo de sonido ponían cassettes con música y el ritmo de moda, la balada, "Estando contigo me olvido de todo y de mí, parece que todo lo tengo teniéndote a ti..."

En la noche cerca de las 11 pm cenamos un"esponjoso tamal", comimos natilla que se estaba quemando y quedó ahumada, pero deliciosa, la batió Alvaro, un bogotano simpático invitado por el peluquero de reinas de la capital. regresan a la hora de cenar Gloria Lucia Cortes Misas y Lucía de Colmenares que se habían ido en la tarde, a caballo, aparecen con Luis Fernando, el productor de huevos de la región quien aprovecha su acercamiento a la mesa de juego y hace dos pruebas con las cartas y luego se marcha con Gloria Lucía.

_ ¿De qué te extrañas Ramoncito?, me pregunta Beatríz Elena Cortes Misas.
_ que noto desasosiego entre ustedes por la tardanza de las dos damitas, además, LudeCol es casada y su marido, un señor acartonado como si fuera un juez de la república, ha estado jugando cartas con nosotros y su hija Nacha, hermosa muchacha ... una canita al aire no es malo.

Ayer sembraron la araucaria frente a la casa y podaron los cítricos (Dr Colmenares, el árbol de "mionas" no es una acacia, le dice alguien versado en botánicas). Que no se puede tumbar el frondoso "quiebra barrigo" sembrado al pie del mandarino del cafetal, con el fin de quitarle sombrío a ese frutal, porque el "quiebrabarrigo" es muy útil para los animales de la finca y, además, tiene más de 30 años, pues cuando Ana Misas llegó a esta casa, el árbol ya estaba ahí.

Preparé el jugo de naranjas todas las mañanas, con excepción del 25 de diciembre, cotidianamente madrugué a trabajar, no cogía mucho la barra para hacer huecos y sembrar árboles, yerbas aromáticas y flores, porque no aguanto su dureza. Llegaron muchos visitantes ayer. regresaré sin cansancio.

_ ¿Qué estás oyendo en la radio Ramoncito? pregunta Beatríz Elena.
_ Se oye la voz de la sardina novia de tu hermano menor (Carlos Alberto). la emisora del pueblo transmite dedicatorias de canciones, "de parte de Rudesindo para Altagracia, en la finca El Cusumbo, vereda El Asomadero, con mucho cariño y admiración" 

Van a ser casi las 9 am. Antier bajé con Gustavo y Álvaro a la finca de la tía de "misiá" Ana Misas y me tocó ver el trapiche en funcionamiento, comí un poco de panela y naranjas dulcísimas, ¡Qué tierra tan bella la de esa finca de caña y qué tan precaria la vida de esas gentes!, y sin embargo ¡Qué trabajadores! La subida de regreso tuvo que ser antes del anochecer por temor de que la lluvia "enjabonara" los caminos y los hiciera impasables para tres citadinos acostumbrados a caminar por calles asfaltadas. Preciosa la Cristinita hija de Luis Alfonso y Gloria. El jueves llovió casi hasta el medio día, neblina espesísima.

Luis Fabián Vargas 
“Amigos Creativos”, Biblioteca Pública de La Floresta, Medellín.










LAS QUIEBRAS Y LA FAMILIA

El año pasado, mis hijos Andres Felipe y Diego Alejandro Cortes Osorio estaban postulados para el premio Fami Empresario del año 2016 de la Corporación Interactuar, con la empresa Termiexpress.

El jurado: Verónica Restrepo, Álvaro Gómez Jaramillo, David Bocanument, David Escobar, Lina Botero, Magdalena Restrepo, Juan Luís Mejía, Juan Diego Granados, Luis Ignacio Pérez y 15 personas mas visitaban cada empresa para escoger un ganador por categoría (8). y de estos salía el Famiempresario del año. 

para la visita del jurado a Termiexpress, Andres Felipe me pidió estar presente y así lo hice.

Los miembros del jurado hicieron bastantes preguntas a Andres y Diego sobre la visión y misión de la empresa, numero de colaboradores, beneficios de la asesoría de Interactuar y muchos detalles sobre el crecimiento de la empresa.

Cuando estaban por terminar la visita una joven dijo: yo quiero hacerle una pregunta pero al papá: don Ramiro, cómo se siente usted con esos hijos tan emprendedores y qué hay detrás en la historia de Termiexpress.

- Yo no sé si alguno de ustedes se ha quebrado pero yo me he quebrado unas 8 veces. 

En 1998 al retirarme de la empresa donde había trabajado 22 años y seguir con el mismo status se fue la casa, el carro y gran parte de las pertenencias. Cuando se ha dejado de ser auto suficiente, lo más duro en ese momento fue cuando llegó una persona familiar con un mercado, se empieza a poner los pies sobre la tierra y la esposa habla con una amiga y le dice hacía días no comíamos esto y lo otro.

Cuando uno se quiebra lo primero que sucede en muchos casos es que la esposa y los hijos no quieren saber nada de uno, pero en esto fui muy afortunado porque la Generala (mi esposa Aleida) de una determinación firme y los hijos no me abandonaron ni un minuto.

soy el mayor de 11 hermanos y para no causarles problemas decidimos irnos para pasto donde Aleida tiene un hermano (Fernando y su esposa Omaira) que nos ofreció la casa mientras nos organizabamos (4 meses)

Andres Felipe y Diego Alejandro (12 13 años) trabajaban en restaurantes los sábados y domingos se ganaban 20000 pesos, le daban 10 a la mamá y 10 para sus mecaticos, yo no producía un peso.

Aleida (nutricionista) trabajaba en un restuarante por medio salario mínimo de 7 a 10 de la noche.

Yo no vendía una empanada en un derrumbe y don Hernando García y Alberto Osorio me ofrecieron mercancía para salir a los pueblitos vecinos, la lección de ventas que me dieron fue: donde vea unas tangas o un brasier ofrezca. las primeras veces salía con ellos y les cargaba un costal de buen tamaño, con mercancía, me daban el almuerzo y $ 15000. Poco a poco nos fueron conociendo y nos entregaban mercancía para vender en los mercados vecinos. 

Un fin de semana salió Andres para Samaniego con una buena cantidad de mercancía y la guerrilla se tomó la población y regresó con las cajas intactas y sin cobros.

En el 2003 estaba tan desesperado, uno no puede pensar, la cabeza no produce, cuando salieron Aleida a trabajar y los hijos al colegio me quedé considerando como quitarme la vida, si de un tiro, o ahogarme, o lanzarme de un edificio o atravesármele a un carro. En ese preciso momento sonó el teléfono. Mi prima Anita misas que cumple años el mismo día que yo pero le llevo un montón, me saluda y me dice primo tu eres una persona muy valiosa, nosotros te queremos mucho, como en 10 minutos me subió tanto la autoestima, todavía no he sabido como consiguió el numero del teléfono. cuando terminó la llamada fue como si algo me hiciera entender que no me podía entregar de esa manera. Ahora le digo "mi Ángel de la guarda".

En el 2003 se vino andrés para Medellín a vender libros y vivía donde varias tías, luego en el 2004 me vine yo y en un par de medias encontré una notica de la Generala donde me decía: por ningún motivo vaya a volver a Pasto. Mas adelante Andres le consiguió trabajo a Diego. Como cosa rara teníamos deudas en Pasto. Aleida se quedó sola en esos últimos meses que fueron muy duros para ella hasta Abril del 2005 

En el 2007 empecé a recibir la pensión y fueron mejorando las cosas.

Cuando Andrés salió de pasto dijo: cuando tenga 30 años voy a tener carro, un hijo y le voy a entregar las llaves de la casa a mis papás. Estamos viviendo en la casa propia desde abril 20016, el nieto tiene mas de un año, tiene el carro y cumple los 30 el 11 de noviembre, promesas cumplidas.

Cuando los hijos llegaban del trabajo con la moral en el piso me preguntaban papi que hacemos, yo les decía renuncien, y con que te vamos a colaborar? les respondía: vivimos en pasto muchas veces con una agua de panela y una sopita de arroz con alitas aquí estamos un poco mejor.

Llegó el momento en que renunciaron y yo ya tenía acceso a crédito, cuando llegué con ellos a la casa era el único que estaba contento y la generala se preguntaba y este porqué está contento si apenas salimos de una crisis y volvemos a quedar bien mal, los hijos sin trabajo. 

Andres me preguntó papi que vamos a hacer y le respondí: cómo que qué vamos a hacer, ustedes acaban de matar la vaca y yo que tenía plena confianza en ellos le dije qué haces con 4 millones de pesos, la reacción fue como cuando a esos muñequitos plásticos se les conecta la manguera con aire. En donde están pregunta, aquí están. Ahí nació Termiexpress que fue registrada en Cámara de comercio un mes después.

Nadie puede ponerle precio a lo que es capaz de hacer una familia unida.

Es de anotar que durante el relato de mi testimonio se me cortó la voz y varias damas y señores sacaron sus pañuelos. 

En el evento de premiación del Fami Empresario del año 2016 en el teatro de la universidad de Medellín el 6 de Octubre, sabíamos que Termiexpress estaba dentro de los nominados pero nada más, varias veces vi mi imagen en las pantallas pero pensé que era algo casual. El animador fue Suso.

Empezó la premiación y la primera categoría fue Crecimiento Empresarial, nominados: Termiexpress y otras 2 o 3 empresas, y el ganador es ¡Termiexpress! indescriptible el montón de sentimientos que pasaron por mi mente, no nos cambiábamos por nadie, imposible no llorar. inmensa alegría.

De igual forma fueron premiando las otras 7 categorías.

Para finalizar salió el dr Fabio Andrés montoya director de la Corporación interactuar que dijo ahora vamos a dar el premio al Fami Empresario del año 2016 de la Corporación Interactuar.

Cuando dijo hubo unos testimonios que nos hicieron llorar, pensé inmediatamente nos ganamos el premio. ¡El ganador es Termiexpress!, sentí una inmensa satisfacción, nuevamente lágrimas y mucha alegría.

Escuché que el dr Fabio Andrés decía que suba el papá, que suba el papá. Fue algo apoteósico, me faltan palabras para expresar tantas emociones, fue una noche gloriosa.

A la salida del evento el dr Fabio Andrés que estaba con el señor Mauricio Mosquera nos llamó y nos dijo: saben porqué yo dije que subiera el papá, porque con el testimonio de él ante el jurado, él fue el ganador del premio. 

Ramiro Cortes Misas (El abuelo digital goo.gl/7h2oKy) “Amigos Creativos”, Biblioteca Pública de La Floresta, Medellín.