_ ¿Regresas el domingo de Pocoró, Ramoncito?
_ Si, me llevo todo el material del trabajo para hacer algo en las mañanas, mientras la gente dormita y yo, despierto, oigo las procacidades que les grita Orlando Cortes Misas, el mayordomo, a las vacas que ha empezado a recoger de las dehesas, para ordeñarlas, en uno de los corrales cercanos a donde han amanecido los pequeños terneros.
Amanecer lindísimo. El sol rojo comienza a traspasar la línea del horizonte en que no se ven montañas altas, sino colinas y vegetación de cultivos de caña, sombrío de cafetales. estoy despierto hace rato, con las primeras luces de ahelios, las nubes van a tapar el sol. Anoche cayó un prolongado aguacero, amaneció encharcado el suelo de los caminos, se formaron pantanos y lodazales y por ahí transitaban los arrieros con sus mulas cargadas de café, panela, fríjol, maíz. El día fue soleado y salí a caminar un poco. Mi desayuno fue frugal y mi almuerzo otro tanto. no cené. Me motiló Gustavo Castrillón con un corte muy preciso, no cabe duda de que sabe.
Son vacaciones de mucho reposo, pero yo quisiera menos quietud y más acción, caminadas y paseos, tertulias agradables, pero no de esas en que el prójimo (el nuevo rico, un separado, pariente o vecino) es el tema obligado. Claro, uno se preguntará luego en qué ha de acabar, entonces, el amor por la murmuración tan propio de los novelistas, (afirmado por Carlos Fuentes en LA GRAN NOVELA LATINOAMERICANA, al hablar del primer novelista de la conquista de México Bernal Díaz).
Ya terminó el ordeño de tres vacas y resulta un balde de plástico lleno de leche fresca, especial para los niños que están en abundancia en la casa y para mezclarla con la mazamorra de la sobremesa, cuyos granos de maíz ha pilado doña Ana Misas en un pilón de los tiempos de upa. Ya el caporal de la finca no es tan grosero, no insulta a las vacas. ¿Cambiaron sus relaciones con ellas? ¿Cambió el internamente? Ya se están llenando de ganado esos sesteaderos, de nuevo. Luis Alfonso Cortes Misas, el dueño, sale a mirarlos, seguido de su pequeño retoño (Alejo) quien hace rato está despierto y levantado, acompañando a Orlando en sus faenas de ordeño.
Cuando la gente no vive su propia vida tiene que ponerse a vivir la de los demás, a meterse en ella, a opinar sobre lo que parece bueno o malo de los otros... Es como si estuviera tratando de justificar su propia vida.
Anoche estuvimos calmados, jugando cartas, mientras en el equipo de sonido ponían cassettes con música y el ritmo de moda, la balada, "Estando contigo me olvido de todo y de mí, parece que todo lo tengo teniéndote a ti..."
En la noche cerca de las 11 pm cenamos un"esponjoso tamal", comimos natilla que se estaba quemando y quedó ahumada, pero deliciosa, la batió Alvaro, un bogotano simpático invitado por el peluquero de reinas de la capital. regresan a la hora de cenar Gloria Lucia Cortes Misas y Lucía de Colmenares que se habían ido en la tarde, a caballo, aparecen con Luis Fernando, el productor de huevos de la región quien aprovecha su acercamiento a la mesa de juego y hace dos pruebas con las cartas y luego se marcha con Gloria Lucía.
_ ¿De qué te extrañas Ramoncito?, me pregunta Beatríz Elena Cortes Misas.
_ que noto desasosiego entre ustedes por la tardanza de las dos damitas, además, LudeCol es casada y su marido, un señor acartonado como si fuera un juez de la república, ha estado jugando cartas con nosotros y su hija Nacha, hermosa muchacha ... una canita al aire no es malo.
Ayer sembraron la araucaria frente a la casa y podaron los cítricos (Dr Colmenares, el árbol de "mionas" no es una acacia, le dice alguien versado en botánicas). Que no se puede tumbar el frondoso "quiebra barrigo" sembrado al pie del mandarino del cafetal, con el fin de quitarle sombrío a ese frutal, porque el "quiebrabarrigo" es muy útil para los animales de la finca y, además, tiene más de 30 años, pues cuando Ana Misas llegó a esta casa, el árbol ya estaba ahí.
Preparé el jugo de naranjas todas las mañanas, con excepción del 25 de diciembre, cotidianamente madrugué a trabajar, no cogía mucho la barra para hacer huecos y sembrar árboles, yerbas aromáticas y flores, porque no aguanto su dureza. Llegaron muchos visitantes ayer. regresaré sin cansancio.
_ ¿Qué estás oyendo en la radio Ramoncito? pregunta Beatríz Elena.
_ Se oye la voz de la sardina novia de tu hermano menor (Carlos Alberto). la emisora del pueblo transmite dedicatorias de canciones, "de parte de Rudesindo para Altagracia, en la finca El Cusumbo, vereda El Asomadero, con mucho cariño y admiración"
Van a ser casi las 9 am. Antier bajé con Gustavo y Álvaro a la finca de la tía de "misiá" Ana Misas y me tocó ver el trapiche en funcionamiento, comí un poco de panela y naranjas dulcísimas, ¡Qué tierra tan bella la de esa finca de caña y qué tan precaria la vida de esas gentes!, y sin embargo ¡Qué trabajadores! La subida de regreso tuvo que ser antes del anochecer por temor de que la lluvia "enjabonara" los caminos y los hiciera impasables para tres citadinos acostumbrados a caminar por calles asfaltadas. Preciosa la Cristinita hija de Luis Alfonso y Gloria. El jueves llovió casi hasta el medio día, neblina espesísima.
Luis Fabián Vargas
“Amigos Creativos”, Biblioteca Pública de La Floresta, Medellín.
Buen relato costumbrista. Evoca paisajes y situaciones ya inexistentes
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